El estar con alguien tan atractivo, tan elegante, tan pulcro... un galán totalmente deseable, parecía un sueño, pero a la vez era una pesadilla... dentro del corazón ocultaba viejos temores y traumas que venía cargando desde la infancia. No era que se considerara una persona fea, sabía que no lo era.
A la corta edad de 5 años, un adulto le había dicho que no estaba bien que un hombre fuera vanidoso, que considerarse bello era un grave error y una actitud sumamente narcisista. Un comentario tan simple como aquel, había transformado su vida por completo. A pesar de que muchas mujeres y hombres le había dicho que era bonito, guapo, atractivo, sensual, agraciado, lindo y una infinidad de sinónimos, él era incapaz de verse al espejo sin encontrar por lo menos un par de errores en su rostro, además de juzgar constantemente su físico.
Ahora, estando en aquella habitación, con un hombre que tenía una enorme cantidad de pretendientes de ambos sexos, no sabía que sentir. Claramente se sentía privilegiado, pero su mente le impedía aceptar que estaba con semejante adonis gracias a su propia galanura.
-Qué sucede?... hice algo mal?- Preguntó el apuesto joven quien detuvo su pasión para contemplar el huyente rostro del objeto de su romance.
-No, al contrario, lo estás haciendo muy bien.- contestó entre jadeos, cabizbajo, disimulando la vergüenza y el desmerecimiento que sentía.
-Sabes, la forma en que me rehuyes tan inocentemente... realmente sólo me hace desearte más.- Tras decir esto tomó a su amante por la cintura, observando detenidamente su cuerpo y el perfil del rostro que intentaba esconderse de su mirada, corrompiendo lentamente a aquel chico que estaba apunto de obtener lo que le había negado a tantos.
Entre caricias, abrazos, rasguños, mordidas y besos, ambos quedaron despojados de sus prendas interiores. El temor de no ser suficiente jamás desapareció de su respiración, la cual era exhalada en jadeos y gemidos que se mezclaban con el aire acondicionado de la habitación... ni toda la pasión del semi-dios que tenía por compañero en aquella noche podrían hacer que esa sensación abandonara su pecho, no obstante, ejecutó su danza como todo un maestro, sin importarle si se veía bien o era bonito, sin interés en si parecía una prostituta corriente o un elegante caballero de sociedad.
Al lado de aquel hombre, él era un pordiosero, con aspecto de alguien que vende su cuerpo, pero aún así él ejecutó su danza, aquella danza en la oscuridad.
...find your freedom in the music, find your Jesus, find your cupid.
-by: Hainiryuun Sanon~
-cause when he's looking he falls apart- |
oww te quedo muy bien con la imagen y todo, me encanto n//n
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