Para cuando me vaya
no habrá amanecido
ni para el amor, ni para el olvido.
Para cuando me vaya
la vida nos premia
poniendo los sueños de penitencia
Niño de primavera,
que un golpe de viento
te quiera llevar,
ponme un beso
donde tengo el miedo
y ponme otro beso
donde el nunca más.
Que me lleve el sol, que me lleve,
pegado a su andar
Que me lleve el sol, que me lleve,
pegado a su andar.
Para cuando me vaya
no habrá amanecido
ni para el amor, ni para el olvido.
Para cuando me vaya
la vida nos premia
poniendo los sueños de penitencia
Niño del verano,
que inundas de luz
lo que no destellé,
ponme un beso
cercano a la risa
y ponme otro beso
en lo que no se ve.
Que me lleve el sol, que me lleve,
mecido en su red
Que me lleve el sol, que me lleve,
vencido en su red.
Para cuando me vaya
no habrá amanecido
ni para el amor, ni para el olvido.
Para cuando me vaya
la vida nos premia
poniendo los sueños de penitencia
Niño del otoño,
que algún mes de octubre
se lleva con él.
Ponme un beso
donde las estrellas
y ponme otro beso
para no volver.
Que me lleve el sol, que me lleve,
prendido a su piel
Que me lleve el sol, que me lleve,
prendido a su piel
Para cuando me vaya
no habrá amanecido
ni para el amor, ni para el olvido.
Para cuando me vaya
la vida nos premia
poniendo los sueños de penitencia
Niño, niño del invierno,
que el gris ha bordado
sobre mi niñez,
Ponme un beso donde va la herida
y ponme otro beso para no querer.
Que me lleve el sol, que me lleve,
Si no te veré.
Que me lleve el sol, que me lleve,
Si no te veré.
Para cuando me vaya
no habrá amanecido
ni para el amor, ni para el olvido.
Para cuando me vaya
la vida nos premia
poniendo los sueños de penitencia
Para cuando me vaya
no habrá amanecido
ni para el amor, ni para el olvido.
Para cuando me vaya
la vida nos premia
poniendo los sueños de penitencia